En esa casa del fondo se prepara el delicioso arrope de calabaza que los niños de la comarca lamerán con fruición los domingos a la salida de misa de una. Aunque muchos preguntan a qué se debe ese saborcillo de fondo, los arropieros se resisten a proporcionar una respuesta concreta. Dicen que es el amor que le ponen al trabajo, pero no. No es eso.
3 comentarios:
En esa casa del fondo se prepara el delicioso arrope de calabaza que los niños de la comarca lamerán con fruición los domingos a la salida de misa de una. Aunque muchos preguntan a qué se debe ese saborcillo de fondo, los arropieros se resisten a proporcionar una respuesta concreta. Dicen que es el amor que le ponen al trabajo, pero no. No es eso.
Que yo lo sé.
Miracoloso-ambiente kafkiano, los del maletín inspiran compasión.
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